Jamás en toda la historia el fenómeno del imperialismo tuvo las dimensiones que alcanzara en el siglo XIX y principios del XX. Los grandes y antiguos imperios no pueden compararse con Francia, Estados unidos o Gran Bretaña. Con todo, y a pesar de que este fenómeno ha afectado profundamentela vida en las grandes capitales imperiales y en sus colonias, su influencia en los productos culturales de Occidente nunca ha sido suficientemente estudiada. Said, mediante un sutil análisis de estos productos más emblemáticos - la 'Aida' de Verdi, 'El corazón de las tinieblas' de Conrad, 'El extranjero' de Camus - ilumina la cooperación entre culturay política que ha producido, a sabiendas o a ciegas, un sistema de dominación que implicaba más que armas, una soberanía que se extendía sobre formas e imágenes, y comprometía la imaginación de dominantes y dominados.El resultado fue una 'visión consolidada' que afirmaba no sólo el derecho de Occidente a gobernar, sino que también su obligación. Said, abordando problemas como la paradoja entre metrópolis y periferia, articula una explicación del proceso histórico y cultural de mayor complejidad durante la modernidad.