“El problema que ahora nos ocupa, es que justamente Pamela Cavieres hace una instalación (una más de ella misma), y si pretendo hacerme cargo de esto, no debería soslayar la exigida definición donde inscribir mi reflexión, acción que constituiría una grave contradicción con el uso del significado del nombre, abierto a las más diversas opciones. Tal vez, entonces, hablar solo de aquello que hace Pamela Cavieres, que justamente es hablar de aquello que des-hace. Aceptar aquello allí ofrecido, aceptar su provocación (vocación del trabajo) e indagar su posible “lectura” desde esa misma inmediatez. Inmediatez obligada por esa misma Historia del Arte, como carencia referencial.” -- Página 3