En esta exposición, Serra aborda con insistencia el trabajo pictórico como forma de dar visibilidad a aspectos que la imagen digital plana no anuncia por sí sola. En este sentido, sitúa a la pintura como un oficio manual que se encarga de las problemáticas formales provocadas por el avance tecnológico e industrial. Las obras presentadas, plantean una nueva lectura que dejan entrever las fisuras de la imagen que la portada de un diario y las carátulas de DVD impresas no reflejan. Serra se encarga de evidenciar aquello que no se vislumbra directamente en estas imágenes extraídas de los medios de reproducción, a través de una estrategia de factura serial a escala manual, como forma de restablecer la función del cuerpo y la huella.