El autor explica la naturaleza cognitiva del aprendizaje en las artes visuales, desterrando la concepción del arte como algo exclusivamente emocional; se plantea cómo los recientes descubrimientos sobre la mente y la inteligencia determinan cuestiones relacionadas con el estatus intelectual de las artes visuales; describe cómo una idea del aprendizaje orientada hacia la cognición cambiaría la manera en que se enseñan las artes visuales; plantea las maneras en que los avances en ciencia cognitiva se pueden aplicar a la educación artística; describe cómo el arte puede utilizarse para desarrollar las habilidades cognitivas de los niños y las niñas e identifica las implicaciones de todo lo anterior no sólo para el currículum artístico, sino para las prácticas educativas y la reforma de la educación en general.

“Con este set de cuadernos, apelamos a que los diferentes actores implicados lleven a cabo una reflexión colectiva sobre cómo puede la educación artística y cultural constituir un aporte en este desafío: docentes de todas las disciplinas, equipos directivos y culturales; encargados/as de museos, centros culturales, sitios arqueológicos y bibliotecas; y a todas las personas que puedan colaborar en el desarrollo de una educación artística y cultural rica y diversa. A su vez, buscamos promover la articulación de redes que faciliten esa tarea. Aunque cada cuaderno desarrolla un tópico en particular, existen vínculos evidentes entre estos. En conjunto, los materiales delinean un concepto de educación artística en el que creemos: una educación que sea un aporte al desarrollo integral de las personas; que promueva el disfrute de las artes y la cultura; que contribuya a la formación de ciudadanos y ciudadanas sensibles a la realidad que les rodea, que respeten la diversidad y con capacidades para establecer relaciones democráticas.” -- Cubierta posterior