Wolf Vostell, artista multimedia cuya vida y obra se desarrolló entre sus estudios de Alemania (Colonia, Berlín) y de Extremadura (Malpartida de Cáceres) fue, a partir de los años cincuenta, pionero en Europa de los nuevos comportamientos artísticos como happening, performance, vídeo-art, bajo el principio imperante de Arte=Vida/Vida=Arte. Importante epígono del dadaísmo, surrealismo y de un expresionismo propio, su principio generador se basó en la técnica del dé-coll/age y el uso de hormigón como configuración de una nueva obra, ensamblando elementos de desecho emitidos por la sociedad de consumo con el fin de crear metáforas que problematizaran temas como la violencia bélica, el sexo, la muerte y otros fenómenos que configuraron el desarrollo de su arte moral.

Hasta la época del sesenta el arte de acción no empieza a desarrollarse tal y como lo entendemos hoy, y hay que esperar hasta los setenta para que sea aceptado como un medio artístico con derecho propio, consiguiendo que los principales centros de arte internacionales se interesen por sus actividades. El happening, la acción y la performance se cuentan entre las expresiones artísticas más fructíferas a lo largo de toda la segunda mitad del siglo XX. Gracias a ellos, el estatuto tradicional de "obra de arte" se ha desmoronado y el artista ha asumido nuevas funciones, mucho más próximas al papel de mediador que al de creador.

Los años sesenta son recordados como una era de subversión política y experimentalismo cultural. Los artistas visuales, que trabajaban en un medio volátil, respondieron a través de distintas vías a la confusion que imperaba en la esfera de lo público y lucharon por dejar su huella en un mundo preocupado por las crisis sociales. En este análisis Thomas Crow contempla ahora el amplio espectro de artistas que trabajaron en Europa y América durante este periodo (1955-69), traza la aparición de un nuevo clima estético que desafió a las nociones establecidas de contenido, estilo, medios y público. A medida que avanzaban los sesenta, los artistas respondieron de diversas maneras a las presiones de la década; interiorizando los problemas de división interna que suscitaban las políticas de protesta, repensaron el rol del artista en la sociedad, revisaron la noción de arte ligado a la identidad personal, descubrieron la fama, inventaron lenguajes visuales de provocación y rebeldia, y atacaron a las instituciones de los poderes culturales. Crow describe a los sesenta nueva definición del concepto de este arte hasta hoy en dia.