"Dos naciones aparentemnte muy dísimes entre sí, tanto por la historia como por la geografía, juegan sin embargo papaeles análogos en nuestra era de la aldea global, puesto que ambas son, a su modo, puntos de cruce de culturas, influencias, tendencias, en suma, ejemplos de diversidad. Un Marruecos de inequívoca impronta árabe-berebere, que al mismo tiempo está demasiado cerca de Europa como no recibir su irradiación y operar como bisagra; del otro lado, Chile más europeizado que el resto de los países de Lationoamérica, pero con una identidad mestiza que muchas veces, a mi parecer, no asume del todo, y qu aflora antes que el habitante de esta tierra alcance siquiera a percatarse." -- Página 9